8 tipos de hombres con los que no deberías salir

Comenzamos con el primero de los hombres con los que no deberías salir: el egocéntrico, el egoísta, el hombre que se cree el centro del mundo y el poseedor de la verdad universal. Aunque no lo creas, hay muchísimos hombres que son así, creen que su manera de ver la vida y de vivir es la óptima y critican y menosprecian los que no piensan como ellos. Puede que al principio te cueste detectarlos pero, con el tiempo, puedes comenzar a darte cuenta de su auténtica esencia, sobre todo si te trata mal por tus pensamientos, si se burla de tu ideología o si te menosprecia faltándote gravemente al respeto.

Además de esto, este tipo de hombre solo pensará en él: querrá salir siempre con sus amigos pero, si tú sales, se pondrá rápidamente a la defensiva y no le hará pizca de gracia. Su centro es su vida y su propia persona y, todo lo demás, está relegado a un segundo o tercer plano. Estos hombres son peligrosos porque, a la larga, pueden afectar a tu autoestima, tu seguridad en ti misma y tu confianza.

Continuamos con este listado de hombres con los que no deberías salir. Ahora nos centraremos en el posesivo, es decir, ese hombre que quiere tenerte controlada todo el día, que se enfada si haces tus planes y que no puede controlar los celos que siente cuando hablas con personas que él no conoce o, peor aún, con otros hombres, ¡aunque sean sus propios amigos!

Los hombres posesivos son muy tóxicos pues acaban interfiriendo en tu vida, manipulándote e, incluso, puedes llegar a sentir temor a la hora de explicarle algo inocente que ha ocurrido en tu día. Son personas impulsivas, desconfiadas por naturaleza y que pueden cambiar muchísimo tu vida a peor así que ¡mucho cuidado con ellos!

En unComo te ayudamos a que sepas reconocer a un hombre posesivo y, así, puedas alejarte rápido de él.

Dentro de todos los tipos de hombres, hay otros que no inspiran ni una gota de confianza: los fantasmas. Son esas personas que están siempre alardeando de lo que tienen (y de lo que no tienen, también) para crear una imagen de ellos mismos que, aunque no sea real, es la que ellos quieren transmitir al mundo.

Suelen ser personas superficiales, frustradas y mentirosas, características fatales para una relación de amor porque difícilmente podrás confiar en un hombre de este tipo. Puedes detectar a este tipo porque suele presumir de cosas banales y que carecen de importancia en la vida emocional: su coche, su móvil, su trabajo, el dinero que le ha costado su traje nuevo, etcétera.

Es fácil quedarse prendada de un seductor porque él habrá puesto toda la carne en el asador para lograrlo. Hay hombres que conocen a la perfección cómo conquistar a una mujer, cómo comportarse y cómo llamar su atención, algo que usan para sus ligues y, la mayoría de las veces, consiguen triunfar.

Pero ¡cuidado! Aunque a simple vista parezcan adorables y la mar de comprensivos, ¡pueden hacerte mucho daño! Este tipo de hombre, normalmente, va a la cacería y busca un rollito temporal o pasar un buen rato, simplemente. Además, si intentas empezar una relación sentimental con él debes tener en cuenta que su naturaleza es seductora y que se le da muy bien el juego del amor, algo que puede provocar que, al final, te sea infiel así que ¿vas a arriesgarte?

Los tipos malos triunfan ¡y mucho! Su porte, su chulería y su fortaleza como hombre nos llama la atención pero mucho cuidadito con ellos... Aunque nos parezcan personas atractivas, es mucho mejor que no te acerques mucho a ellos. ¿Por qué? Porque si parecen malos, normalmente es porque lo son. Con esto nos referimos a que este tipo de hombre suele ser el prototipo de macho: agresivo, machito, posesivo, celoso, etcétera, así que mejor ¡lejos!

Con esto no queremos decir que todos los hombres que luzcan una pinta de rebelde tengan que ser así pero, antes de empezar nada con él, obsérvalo detalladamente y presta atención de su modo de actuación.

Hay otro tipo de hombre con el que no deberías salir: el que está unido a su madre de una forma un tanto extraña. ¡Hay más de los que crees! Desconfía de ese al que ves caminando por la calle y que parece tan libre e independiente pero que le lleva la ropa sucia a su madre o que la llama para pedirle consejo sobre cualquier tema. Las mujeres solemos ser más protectoras que los hombres así que ¡imagínate una madre!

Si detectas comportamientos extraños o fuera de lo común, ¡aléjate! No hay nada más peligroso como ponerte en medio de una relación entre madre e hijo enfermiza, ¡saldrás perdiendo seguro! Además, ese hombre seguro que, a la larga, terminará comportándose como si fuera tu hijo pues nunca se ha terminado de independizar del todo.

Y siguiendo con la estela anterior, también hay otro tipo de hombre que debes detectar cuanto antes y evitar salir con él: el que aún sigue siendo adolescente. ¡Y no te confundas con este tema! No pienses que esto solo ocurre en los chicos veinteañeros, ¡en absoluto! Hombres ya llegados a los cincuenta pueden seguir comportándose como auténticos chiquillos, algo que sobre todo sucede si se casó muy rápido con su mujer y nunca ha sido del todo independiente.

¿Cómo puedes detectar a estas personas? Fácil: si es egoísta, si sale mucho de fiesta, si no se responsabiliza de nada, si delega toda la responsabilidad en ti, si te echa la culpa cuando algo no ocurre como él esperaba, etcétera.

Y, por último, el octavo hombre con el que no deberías salir es el aburrido, el perezoso, el que cree que una cita romántica es estar los dos en casa viendo la televisión. ¡Socorro! Huye de este tipo de hombre porque te chupará la energía e, incluso, puede terminar contagiándote de su falta de alegría y apatía por la vida. Además piensa que te aburrirás muchísimo con él y, en el amor, la clave está en disfrutar, pasarlo bien con otra persona y sentirse especial así que no dejes que nadie te aburra, ¡hay muchísimos peces en el mar!

El hombre-cojín es fácil de reconocer porque, a todos tus planes, tendrá un "No" por respuesta y el día que sí que los haga, lo hará con mala cara, casi obligado. Al final terminarás dejando de proponerle planes y pueden pasar dos cosas: o te amuermas como él o, al final, vives tu vida sin él y, a la larga, terminaréis rompiendo porque ¿qué sentido tiene estar con alguien sin estar con él?

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