Cómo demostrarle que me gusta sin exagerar

Cuando alguien nos gusta lo más importante es actuar con naturalidad, algo que definitivamente no es sencillo. Deseamos mostrarle a la otra persona lo maravillosos que somos: divertidos, inteligentes, alegres, geniales, siempre de acuerdo con ellos, compartiendo los mismos gustos...¡aunque eso signifique exagerar o fingir!

Es bueno que el otro ponga sus ojos en nosotros, pero que lo haga en una persona real y no en la construida para atraerle. El consejo dicho mil veces de se tú mismo aplica perfecto en estos casos.

Queremos que se fije en nosotros, pero exagerar no es precisamente la clave para conseguirlo, por lo que debemos encontrar el punto medio en todos los aspectos, comenzando por nuestra apariencia. Ésto aplica especialmente para las chicas: ropa demasiado sensual o llamativa, maquillaje exagerado, peinados demasiado elaborados ¡no te produzcas tanto solo para que él te vea!, ellos son mucho más simples que eso. Deliran por una cara bonita, por una chica divertida o inteligente, por una mujer atractiva pero que no parezca salida de un camerino de Hollywood cada día. La sensualidad tiene que ver con otras cosas, y nunca con exagerar.

Para demostrarle que te gusta lógicamente debes mostrar interés en lo que dice o hace pero nunca debes parecer un fan. Escúchale, ríe con sus chistes pero no estés siempre pendiente de lo que dice o hace, pendiente de llamar su atención o de decirle lo genial que es. Éste tipo de actitudes son demasiado evidentes, hasta el punto que, lejos de hacer que se fije en ti, harán que su ego se infle sin posibles resultados.

Lo del fanatismo aplica también al hecho de mostrarnos siempre disponibles, algo muy típico cuando nos gusta alguien. Somos capaces de posponer nuestra vida entera por vernos con esa persona, pero debemos encontrar el punto justo o podríamos lucir desesperados. Si alguien que te gusta te invita a salir por supuesto que debes aceptar, si no ocurre nada en la primera salida, pero queda claro que eres correspondido, continua.

Pero si tras algunas salidas nada se concreta, marca un paso atrás y deja de estar tan disponible. Si esa persona que te gusta está en la búsqueda de una amistad, tu no estás interesado en caer en la zona de amigos, mucho menos de torturarte con la situación.

Hay un elemento que nunca falta entre dos personas que se gustan: la atracción expresada mediante el lenguaje corporal. A veces no hacen falta ni siquiera las palabras, pero como la mayoría de las personas no son tan intuitivas u osadas, debemos recurrir a ellas.

Si has notado que existe atracción y tensión sexual, usa el lenguaje corporal: sonrisas, miradas directas, uno que otro acercamiento físico casual. Éstas señales harán que el otro entienda que puede dar un paso hacia adelante. Éste consejo aplica particularmente para las chicas, pues ellos adoran tener la iniciativa pero necesitan saber que van por algo medianamente seguro.

Si mantienes la naturalidad, no cambias o exageras los mejores aspectos de ti, te vistes bien pero sin parecer demasiado evidente que "te arreglaste para ser notado" y usas el lenguaje corporal para coquetear con el otro, percibiendo que también hay atracción de su parte, pero a pesar de eso no ocurre nada, puedes recurrir a un truco más: el juego de palabras,una simple frase que le haga al otro entender que estás disponible, que te gusta, sin decirlo directamente.

Por supuesto éstos son simples recomendaciones para demostrarle a alguien que te gusta sin usar las palabras, pero si la atracción resulta muy obvia es bueno pasar al siguiente nivel y decirle que te gusta.

A pesar de todas estas estrategias, puede que el otro en este momento no esté interesado. De ser así ¡no ocurre nada!, pasa la página y continua con tu vida, habrás aprendido nuevas tácticas de coqueteo que seguro te serán muy útiles en breve.

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