Cómo tener una actitud seductora
En la vida, todo, absolutamente todo, es cuestión de actitud. Y es que de la manera en que asumes una situación depende su resultado. Por ejemplo, si vas a una entrevista de trabajo y transmites seguridad en lo que sabes y confianza en ti mismo, te irá mucho mejor que si demuestras que estás nervioso o que te mueres por conseguir ese empleo.
En materia de seducción la historia no es distinta: todo es cuestión de actitud. Sí, sabemos y estamos conscientes de que algunas personas nacen con este don, sin embargo, también sabemos que hay muchas otras que les cuesta la tarea de seducir a una persona. ¿Estás en el segundo grupo? Bienvenido a este artículo de unComo donde explicaremos cómo tener una actitud seductora.
Pasos a seguir:
La seducción y la elegancia son mejores amigas. Para tener una actitud seductora no debes descuidar tu aspecto y no se trata de tu físico, sino de no lucir exageradamente llamativo como para pasarte de la raya y ser totalmente ignorado. Vístete siempre acorde al lugar que vas, no exageres en arreglarte ni mucho menos en mostrar de más.
La seducción a veces viene en el frasco del perfume. Y es que hay pocas cosas tan seductoras como una persona que siempre está muy perfumada, limpia e impecable. La higiene personal es muy importante y el olor corporal forma parte de la misma, nunca descuides este aspecto porque no hay actitud que pueda con él.
Para tener una actitud seductora debes ser una persona segura de sí misma. Cuando una persona tiene seguridad en sí misma lo transmite y esto inmediatamente forma parte de su actitud, demostrando con su lenguaje corporal que se siente orgullo de ser como es, que se siente bien luciendo como luce, que se siente bien al expresar lo que piensa, y es precisamente esa actitud la que roba miradas y corazones.
Para tener una actitud seductora debes mirar a los ojos, sin cohibirte, sin sonrojarte, sin inseguridades. Hay picas cosas más irresistibles que una persona que no titubea para verte a los ojos y mantener fija la mirada sin descomponerse. Esto, sin duda, está muy ligado al punto anterior, pero si practicas lo puedes conseguir.
Evita, por completo, la vanidad y el ego. Las personas seductoras no son seductoras porque son bonitas o porque tienen dinero o porque visten bien, son seductoras porque como te mencionamos arriba es una cuestión de actitud. Párate siempre derecho, jamás erguido porque eso denota inseguridad y baja autoestima.
Sonríe a todas tus anchas, lo más que puedas. Las personas que sonríen son más irresistibles, comprobado científicamente. Existe un poder de atracción que hace que los seres humanos tomemos más en cuenta a las personas que están siempre sonrientes, pues nos trasmiten no solo alegría sino comodidad, confort, tranquilidad y buena energía. Eso sí, al sonreír recuerda el punto de la higiene.
Autoestima. Si no te lo crees, ni que lo seas, lo eres. Quiérete, es lo que más necesitas para tener una actitud seductora pues, cuando tenemos suficiente amor propio (demasiado tampoco es bueno) nos sentimos capaces de alcanzar lo inalcanzable, nos valoramos a tal punto que nos arriesgamos por lo que deseamos y sentimos que merecemos lo que buscamos. Las personas con amor propio son seductores naturales, no necesitan imitar una actitud, ellos la tienen.
En unComo te contamos cómo aumentar la autoestima con sencillos consejos.
¡Cuidado con el lenguaje! Una cosa es seducir con la actitud y otra ser vulgar. Evita caer en la desesperación y utilizar frases que, o hablan demasiado bien de ti (vanidad), o dejan ver de una manera muy baja lo desesperado que estás por gustarle a alguien. Ante todo el respeto, los modales y a educación: sin estas tres premisas no hay perfume ni autoestima que te lleve a la seducción.
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