Cuál es mi personalidad sexual

La personalidad sexual dominante es quien siempre o casi siempre da el primer paso para el sexo, disfrutan plenamente de su sexualidad y no sienten miedo en comunicarlo a su pareja ni en llevar las riendas de cada uno de los encuentros. Hablan abiertamente de sexo sin la necesidad de alardear sobre sus experiencias, pero siempre aclarando que disfrutan de sus encuentros con intensidad.

En el día a día suelen ser personas seguras, que saben lo que quieren pero también un poco controladoras, no disfrutan que ninguna situación se les escape y quieren llevarlo todo por la mano. En la cama prefieren siempre decidir las posturas que se llevarán a cabo, tomando también la delantera en los juegos previos y solicitando con claridad lo que quieren del otro.

Sus posturas favoritas son aquellas en las que puedan mantener el control:

• En el caso de las chicas prefieren estar arriba con posiciones como la doma, la amazonas, la medusa o el sometido.
• Los hombres optan por el perrito, la profunda, la sorpresa o un misionero a un estilo más salvaje.

Las personalidades sexuales sumisas son la contraparte de las dominantes, la mitad de la ecuación para que esos encuentros funcionen. Se trata de personas que disfrutan mucho más del sexo cuando son guiadas por otros en la intimidad, prefiriendo siempre los encuentros en los que es su pareja quien da los primeros pasos y marca las pautas de los juegos previos. No suelen tomar la iniciativa y tienen una actitud más pasiva que se complementa muy bien con aquellas personas con tendencia a la personalidad sexual dominante.

En la cotidianidad pueden ser personas que piensan mucho antes de actuar, reflexivas y en muchas ocasiones poco impulsivas. Pueden trabajar activamente en pro de un objetivo y una causa pero siempre bien liderados pues les cuesta ser quienes den el primer paso.

Las posturas favoritas de las personalidades sumisas son:

• En el caso de las chicas preferirán cualquier postura en la que sea él quien lleve el control y la delantera como el misionero, la sorpresa, el perrito, la posesión, el deleite o la profunda.
• Los hombres preferirán que ellas controlen más el ritmo y el movimiento con posturas que le otorguen ese poder como el sometido, el cara a cara, la amazonas, la doma o la fusión.

Siempre dispuestos a probar algo diferente, a innovar, a explorar su cuerpo solos o en pareja y a disfrutar abiertamente de su sexualidad sin tabúes. La personalidad sexual exploradora adora todo aquello que sea nuevo y distinto, y aunque pueden tener sus límites claros de qué están y qué no están dispuestos a hacer, la tendencia general es estar siempre abiertos a cambiar y disfrutar de nuevas formas de placer. Son las típicas personas que admiten que pueden probar distintos tipos de encuentros como el sexo anal o el tántrico sin que esto comprometa su integridad en lo absoluto. Están abiertos a disfrutar distintas posturas y pasarlo bien en la cama, sin complejos ni problemas.

En su día a día suelen ser aventureros, decididos, les gusta romper la rutina y evitan a toda costa la monotonía. Abiertos de pensamiento les cuesta atarse a una forma de pensar o corriente específica, y prefieren mucho más tomar lo que les interesa de las distintas cosas que ven y oyen para crear su propio universo.

Tanto hombres como mujeres con la personalidad sexual exploradora y curiosa intentarán que siempre sea distinto: diferentes juegos previos, incorporación de algunos juguetes sexuales y varias posturas en el mismo encuentro. Para ellos innovar y aplicar diferentes propuestas es lo más emocionante.

Un día das y al otro recibes. Alguna vez te provoca dominar y controlar toda la situación dejando a tu pareja boquiabierta y otra prefieres que den el primer paso mientras te deleitas siendo seducido. El mundo sexual es un libro abierto en el que todo lo que se escriba dependerá de los dos, estas son las típicas características de la personalidad sexual equilibrada. Se trata de personas que tienen una buena relación con el sexo, que disfrutan de la vida en pareja y que no quieren encasillarse en ningún rol preconcebido sino más bien dejarse llevar por el momento.

En la rutina diaria pueden ser personas con un fuerte sentido de la justicia que aprecian la igualdad, abiertos de pensamiento y de relaciones personales estables y duraderas que disfrutan estando en pareja. Son rebeldes si se les fuerza a hacer lo que no quieren, les cuesta identificarse con una práctica o rol sexual específico y admiten que pueden disfrutar de muchas cosas sin problemas ni reparo.

Las posturas en las que ambas partes reciben placer son las preferidas de este grupo, algunas son el deleite, la cuchara, el misionero o la libélula, además de preferir posturas dominantes o sumisas dependiendo de la ocasión.

La personalidad sexual tradicional disfruta de los encuentros íntimos pero sin demasiadas innovaciones ni prácticas "extrañas". Prefieren lo típico, lo de toda la vida, y no suelen salir de esas posturas o rutinas preestablecidas, pudiendo parecer un poco cerrados para algunos. Se trata de personas que no suelen hablar demasiado de sexo y que se interesan únicamente por su intimidad, con poca disposición a ver o aprender cosas diferentes vinculadas a esta temática.

Son personas conservadoras y apegadas a los valores culturales tradicionales, prefieren los planes clásicos y no son muy propensos a la aventura o las cosas fuera de la norma. Les gusta cumplir con las reglas y hacer también que las normas se cumplan. Las posturas sexuales clásicas y los juegos previos tradicionales son los más empleados por estas parejas, que pueden tener problemas con la rutina sexual que a mediano plazo acabe por afectar su libido.

En el sexo no todo es blanco o negro, y es que aunque algunas personas se corresponden completamente a una personalidad sexual determinada, otros pueden ser una mezcla de dos dependiendo del momento. Lo importante es que, seas como seas, puedas disfrutar abiertamente de tu sexualidad sin complejos ni reparos.

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