Posturas para el sexo: El Sometido
Disfrutar de encuentros íntimos realmente placenteros es algo que depende de muchos factores y, sobre todo, de la predisposición de ambos a ser creativos y probar nuevas experiencias. El Kamasutra es un buen aliado para ello, ofreciendo múltiples posiciones para variar y no caer en la rutina y relaciones monótonas. En el siguiente artículo de unComo te presentamos una de las posturas sexuales más excitantes: El Sometido. Sigue leyendo si quieres conocer muchísimos detalles sobre esta posición.
Pasos a seguir:
Como bien indica su nombre, El Sometido es una postura sexual en la que el hombre queda completamente a merced de la chica, quien tiene el control absoluto de los movimientos. Él debe estar tumbado cómodamente con las piernas estiradas y ella se coloca encima sobre su erección, dándole la espalda y con las rodillas inclinadas hacia atrás. La chica marcará el ritmo de la penetración con movimientos ascendentes y descendentes aguantándose con los brazos para un mejor impulso.
El Sometido es una de las mejores posiciones para disfrutar de una penetración profunda, además de permitir al mismo tiempo la estimulación del clítoris. El control total del ritmo del encuentro por parte de la chica y la relajación completa de él, hace que sea una postura ideal para aquellas parejas que buscan retrasar la eyaculación y prolongar la duración del coito. Asimismo, es excelente para penes grandes y mujeres que padecen vaginismo, una disfunción sexual femenina que causa dolores e incomodidad a la hora de mantener relaciones sexuales.
El hecho de que la chica esté de espaldas a su pareja o compañero resulta una experiencia erótica muy excitante para ambos. Él disfruta en todo momento viendo los glúteos de ella y puede aumentar la intensidad del placer acariciando y masajeando el ano de la chica o inclinarse para llegar a estimular manualmente sus senos y su clítoris.
Y, por supuesto, es perfecta para aquellas que adoran la dominación y controlar la acción y la dosis de placer de su compañero. Es una gran opción para que ella marque los límites del encuentro y empezar deleitando al chico con caricias, besos y lamidas eróticas por todo el cuerpo para luego colocarse encima de él, tomar el pene con su mano e iniciar la penetración.
El Sometido dificulta el contacto visual entre ambos, pero la chica puede volver su rostro y mirar fijamente al chico por encima de los hombros, lo que hará que la relación sea mucho más pasional y morbosa.
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