Aunque pueda parecerlo, no es un mito que el sexo produce felicidad y genera efectos muy positivos en nuestra salud física y emocional. Pero, entonces, ¿cómo nos afecta la falta de sexo?, ¿qué consecuencias tiene pasar un largo periodo de tiempo sin tener relaciones íntimas con nadie? Además de la falta de placer, la necesidad de disfrutar de experiencias sexuales satisfactorias y excitantes, se hace visible a través de determinados síntomas y comportamientos que podemos experimentar y tener en nuestro día a día.
Sigue leyendo este artículo de unComo, te revelamos cuáles son las 7 señales de que nuestro cuerpo necesita sexo.
Insomnio o falta de sueño
La falta de sexo contribuye al insomnio, además de a otros problemas asociados como dificultad para concentrarse, pérdida de reflejos, cansancio y descoordinación de movimientos. Esto tiene una explicación, y es que durante la actividad sexual se segregan hormonas como la oxitocina, que son esenciales para regular el sueño y tener un buen y placentero descanso diario.
Así, es normal que si una persona pasa mucho tiempo sin mantener relaciones sexuales, empiece a no dormir bien y tener problemas para conciliar el sueño. Además, con ello, aparecerán las tan antiestéticas ojeras en el rostro y el cuerpo estará más tenso de lo normal.
Nos enfermamos con más frecuencia
Sufrir de malestar generalizado con frecuencia es otra de las posibles señales de que nuestro cuerpo necesita sexo. Y es que según diversos estudios, al mantener relaciones sexuales se liberan serotonina y endorfinas, las cuales actúan como un poderoso analgésico natural en el sistema nervioso central y son conocidas como las hormonas de la felicidad.
Además, con el sexo se ejercita el cuerpo y ayuda a mantener el cuerpo activo, lo que también se traduce en un mayor bienestar físico.
Baja autoestima
La inseguridad en uno mismo y la falta de autoconfianza son sentimientos que afloran normalmente en aquellas personas que llevan un periodo largo sin tener sexo. La actividad sexual mejora la autoestima y activa el apetito y el deseo sexual.
Por el contrario, la ausencia de sexo provoca emociones negativas como la insatisfacción por el propio cuerpo, bajo ánimo, tristeza, estrés, etc. Todo ello puede aparecer en consecuencia a no sentirse deseado/a y al no tener con quien compartir la intimidad.
Piel apagada y con falta de brillo
Está claro que no estamos ante un tratamiento estético, pero realmente el sexo beneficia la salud de la piel y mejora su apariencia más de lo que podemos imaginar. ¿La razón? Al tener relaciones sexuales y sudar, los poros de la piel se abren, se desobstruyen y se liberan de todas aquellas impurezas que, más tarde, dan lugar a las imperfecciones.
La falta de brillo en la piel, la presencia de más manchas o acné de lo habitual, pueden ser también signos claros de la falta de sexo.
Descubre además por qué el sexo matutino es un gran aliado para mantener la piel joven y hermosa, consultando el artículo Sexo mañanero para retrasar el envejecimiento.
Mal humor
Cuando tenemos sexo y compartimos momentos de placer con alguien que nos gusta, nos divertimos, descargamos adrenalina, nos sentimos deseados, satisfechos, plenos y, en definitiva, más felices.
Sin embargo, en esos periodos en los que no disfrutamos de la actividad sexual con demasiada frecuencia pueden ser más habituales los altibajos anímicos, el mal humor, el pesimismo y el estrés. Y es que aunque en muchas ocasiones no les prestemos atención, el sexo es una necesidad que no podemos reprimir y que deseamos cubrir.
Menos sociable y falta de comunicación
No solo los cambios bruscos de ánimo y el mal humor son señales de que nuestro cuerpo necesita sexo, pues la apatía y las pocas ganas de relacionarse con los demás son también claros indicios. Esto se debe también a la baja autoestima de la que hemos hablado antes, y es que cuando nos sentimos inseguros e insatisfechos con nosotros mismos, es muy probable que no nos apetezca estar rodeados de gente y mostrarnos extrovertidos.
Sin duda, el sexo nos ayuda a ser más sociables, estar más alegres y dispuestos a conocer gente nueva.
Más fantasías sexuales
Todos de vez en cuando tenemos sueños eróticos o pensamos en ciertas fantasías sexuales, ya sea durante la noche o en consecuencia a algún tipo de estímulo.
Ahora bien, cuando la idea de tener sexo se apodera de nuestra mente, la tenemos presente en una gran parte del día o las fantasías sexuales son frecuentes, esta es una clara señal de que el cuerpo necesita sexo y está ansioso de disfrutar de esos momentos íntimos tan placenteros.
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