¿Hay algo en tu relación que te preocupe? ¿Quieres ser capaz de hablar con tu pareja sin discutir? En algunas ocasiones, durante nuestras relaciones de pareja solemos tener dudas, miedos o algunas incertidumbres que pueden resolverse de un modo sencillo: hablando de ello con tu pareja. Una relación debe basarse en la confianza y en el respeto y, por ello, es esencial que puedas sentirte libre de hablar y comunicarte siempre que lo necesites. En este artículo de unComo vamos a contarte cómo hablar con tu pareja de vuestra relación para que siempre que necesites resolver alguna duda, sepas cómo enfocar la conversación sin terminar discutiendo o peleados.
Piensa en tus sentimientos. Antes de poder hablar con tu pareja de vuestra relación es importante que tengas claro qué vas a decirle. Aunque parezca una obviedad, lo cierto es que muchas veces hablamos sin pensar o sin haber pensado en profundidad y, por lo tanto, se puede caer en el riesgo de que la conversación vaya por territorios que no querías abordar. Por lo tanto, antes de nada lo que tienes que hacer es pensar en qué te ocurre, qué es lo que te pasa o lo que necesitas. Para poder comunicarte con tu pareja es esencial que, primero, te escuches a ti y sepas qué te está pasando.
Haz un esquema de los temas que quieres abordar. Una vez que ya has hecho el primer paso, organizar tus ideas y sentimientos, es importante que pienses en cómo vas a hablar con tu pareja. Por ejemplo, si tus dudas son acerca de vuestro futuro en común puedes comenzar bordeando el tema con tu proyectos de futuros, tus ideas etcétera. Seguramente la conversación se dispersará e irá por otros caminos por eso vale la pena que dediques un momento a pensar en qué conversación paralela puede surgir, además de los temas que tú quieres abordar.
Una pareja es algo de dos personas y, por eso, es importante que sepas que él también te expondrá sus dudas y hablará contigo, así que no está de más que planees, dentro de lo posible, cómo quieres enfocar el tema para que terminéis hablando de lo que en realidad te preocupa.
Busca un lugar tranquilo externo a vuestra casa. Aunque no hay mejor sitio para la intimidad que estar en casa, lo cierto es que en ella también os sentís demasiado cómodos como para intentar evitar una conversación que no apetece o como para alzar un poco el tono de voz. Por eso, es aconsejable que escojas un terreno neutral y tranquilo en el que podáis hablar sin ninguna prisa y, sobre todo, sin dar pie a que la cosa se ponga tensa. Un buen sitio es quedar en una cafetería, en un parque o en la playa, son lugares que invitan al relax y en el que os podéis estar todo el tiempo que os haga falta.
Además, también si citas a tu pareja en alguno de estos lugares, entenderá que quieres hablar y estará completamente pendiente de ti. Ten en cuenta que, con la rutina y el día a día, muchas veces no apetece hablar y menos de temas tan serios y profundos como una relación. Preparar el terreno y citar a tu pareja para hablar, le dará tiempo a que se prepare para la conversación y esté dispuesto a escucharte.
Explícate con claridad y con un un tono cariñoso. Sea cual sea el motivo de vuestra charla (quieres casarte, no tienes claros tus sentimientos, notas que no te presta la atención de antes, etcétera) te recomendamos que siempre hables desde el amor. Deja de lado los reproches o el sentimiento de victimismo y habla desde ti, contando cómo te sientes y qué te ha impulsado a tener esta charla. De nada sirve darle las culpas de todo lo que ocurre, la conversación deben enfocarse desde tu punto de vista contando cómo te estás sintiendo y qué te está ocurriendo a ti estos últimos tiempos.
Solo de esta manera, comunicándote con cariño y sin reproches, conseguirás que la conversación vaya a buen puerto y que tu pareja empatice contigo y entienda qué está haciendo mal. Es muy positivo que en lugar de tú decirle lo que crees que hace mal, le expliques cómo te sientes y que él mismo llegue a la conclusión de lo que ocurre. De esta manera te aseguras que te ha entendido y, por lo tanto, pondrá remedio a ello.
Respeta el turno de palabras. Aunque seas tú quién haya querido hablar de vuestra relación debes tener en cuenta que, una vez hayáis empezado a hablar, tu pareja también querrá intervenir y dar su punto de vista. Por lo tanto es importante que respetes el turno de palabra y que cuando tenga que hablar, dejes que se explaye y que te cuente sus sentimientos, su punto de vista y sus intenciones. Hablando se entiende la gente y por muy dolida que estés sobre un tema, tienes que dejarle que hable, que se exprese y que se abra a ti.
Si crees que últimamente no está pendiente de vuestra relación, cuéntale lo que te ocurre y tus sensaciones y déjale que se justifique, que te cuente qué le pasa y por qué está ausente. Muchas veces, puede ocurrir que el motivo es que esté pasando un momento extraño o esté preocupado por algo y que no haya hablado del tema contigo. Es importante hablar y escuchar para que la conversación sea resolutiva. En este artículo de unComo te contamos cómo mejorar la comunicación con tu pareja.
Sé resolutiva. Del mismo modo que en el punto dos te hemos aconsejado que lleves un esquema, aunque sea mental, de lo que quieres hablar con tu pareja, también tenemos que decirte que es recomendable que tengas alguna solución a vuestro conflicto. De poco o de nada sirve hablar sin una actitud resolutiva porque entonces la conversación puede alargarse durante horas y al final tener la sensación de haber perdido el tiempo al no haber llegado a ningún punto en común. Si lo que quieres es poner punto y final a vuestra relación, en este artículo de unComo te contamos cómo terminar una relación de pareja.
Así que lo mejor es que tengas una serie de soluciones pensadas previamente y que se las expongas a tu pareja después de vuestra conversación. Seguramente él también te indicará algunas maneras de resolver el conflicto y entonces entre los dos podréis escoger cuál es la mejor opción para poner solución a vuestros problemas. Una conversación si no es resolutiva se convertirá en discusión.
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