Cómo ligar sin hablar

Cómo ligar sin hablar

Miradas, gestos, sonrisas... todo ello forma parte del lenguaje no verbal y nos dice mucho sobre lo que siente la otra persona. Dicen que el 90% del arte de la seducción se basa en el lenguaje no verbal que mantienen los dos miembros de la pareja. Sólo el 7% restante correspondería al lenguaje oral. Normalmente, cuando queremos ligar con alguien tenemos muy en cuenta, aunque de forma inconsciente, las señales que ésta nos envía. Esas señales nos dicen si siente interés o, por el contrario, nos rechaza de algún modo.

El lenguaje no verbal es inconsciente y no se puede controlar, a diferencia del verbal, que puede engañarnos. Los especialistas en lenguaje no verbal pueden saber si una persona miente, si se siente cómoda o incómoda o si está intentando coquetear con alguien. Son capaces de desvelar los sentimientos más íntimos de una persona, esos que no puede ocultar. En unComo.com queremos enseñaros cómo ligar sin hablar para que utilices el lenguaje no verbal en tu propio beneficio.

Pasos a seguir:
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La mirada es uno de los puntos claves para ligar. Si estás interesado en alguien, debes mantener el contacto visual con esa persona para que se de cuenta de que la observas, pero todo tiene su truco. El contacto debe ser continuo pero no constante, ya que una mirada demasiado fija de forma prolongada lo único que puede provocar es que la otra persona se asuste. Debes encontrar el término medio para mostrar interés pero sin parecer un psicópata.

La mirada puede ser intensa, que denote una cierta fascinación y admiración. Un cierto halo de timidez, desviando ligeramente la mirada, aporta un punto sexy a la situación que te hará más accesible. En unComo te damos algunos consejos para que sepas seducir a un hombre con la mirada.

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Otro factor muy importante es la sonrisa. La sonrisa nos acerca, nos hace más humanos y cercanos. La sonrisa en una persona dice muchas cosas, entre ellas que eres amistoso. Sonreír cuando se mira a la persona que te gusta es un signo de simpatía, de cercanía y, muy a menudo, de atracción. La más habitual es la sonrisa que sale de forma espontánea, mezcla de timidez y excitación. Suele ser una sonrisa leve, de medio lado, sin enseñar los dientes.

También existen otros tipos de sonrisas o de risas que intervienen el el ritual de la seducción. Cuando un hombre o una mujer hablan con la persona por la que están interesados suelen sonreír muy a menudo. La sonrisa suele ser amplia, enseñando los dientes. En definitiva, la sonrisa y la risa son factores determinantes para que alguien se sienta cómodo contigo y denotan interés y aceptación por lo que dice o piensa el otro.

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La postura es básica para mostrar interés a la otra persona. Una postura rígida, con los brazos cruzados sobre el pecho demuestra una actitud defensiva, poco receptiva y negativa. Si estás interesado/a en esa persona, lo normal es que tu cuerpo se incline ligeramente hacia ella, demostrando una actitud de acercamiento, de necesidad de invadir su espacio vital para sentirla más de cerca. No debes abusar de esa postura ya que puede ser demasiado intrusiva y provocar el efecto contrario. La sutileza es la clave.

Mientras estéis hablando, adelanta un pie hacia ella, si eres un hombre alza el pecho para parecer más alto y pon tus manos en la cintura marcando de manera sutil tus genitales. Si eres mujer, juguetea con tu cabello, cruza las piernas de forma elegante y tócate suavemente el lóbulo de la oreja mientras sonríes. Si estás sentada, inclina tu cuerpo sutilmente hacia el otro, mostrando interés en lo que dice.

En este artículo te damos consejos sobre cómo comunicarse con lenguaje corporal.

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El contacto físico es otro dato importante a tener en cuenta. Si la persona que tienes enfrente te atrae, tendrás ganas de tocarlo, de sentir su tacto. Cuando estés hablando con esa persona, tócale el brazo para ayudarla a caminar por un lugar complicado, mientras te ríes para hacerle saber con más contundencia que te ha parecido extraordinariamente gracioso los que acaba de decir, para colocarle bien la corbata, para quitarle la mopa de polvo en su jersey... Cualquier excusa es buena.

Está claro que todo ello debes hacerlo de forma sutil, sin golpear ni abusar de los toques. Por descontado no debes tocar zonas comprometidas sin que exista una cierta intimidad entre vosotros, por supuesto.

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