Se conoce como impotencia o disfunción eréctil a la incapacidad de practicar el coito por falta de erección. Aunque también puede darse por eyaculaciones involuntarias o precoces. La impotencia puede deberse a un importante número de causas y de origen muy diverso tanto psíquicas como físicas. Aunque se trata de un problema que siempre debe estar supervisado por un médico, en este artículo queremos ampliarte la información acerca de cómo tratar la impotencia.
En primer lugar, será fundamental tener en cuenta que si crees padecer impotencia deberás consultarlo de inmediato con tu urólogo. No debes tener vergüenza, se trata de una situación muy común entre los hombres y será el especialista quien mejor podrá asesorarte acerca de ello ofreciéndote las soluciones para poner fin a esta incómoda situación.
Son muchas las causas de la impotencia, conocerlas e identificar cuál puede ser el detonante particular es básico para tratar con éxito esta patología. Además resulta útil entender cómo se produce una erección para conocer con claridad este complejo proceso.
Una de las causas más comunes de la impotencia es de origen vascular, produciéndose cuando no llega suficiente sangre al pene por lo que la erección no se puede mantener de forma firme. En estos casos la impotencia es un síntoma de una condición subyacente, entre sus detonantes más frecuentes encontramos:
- Enfermedades de corazón
- Hipertensión arterial
- Diabetes
- Colesterol elevado
La imposibilidad de mantener una erección puede ser uno de los primeros síntomas de enfermedad cardíaca, por eso resulta tan importante acudir a un médico para realizar un chequeo general que permita identificar cualquiera de estas condiciones. Cambiando el estilo de vida con el fin de reducir la tensión arterial, el colesterol, controlar la diabetes o atender el problema cardíaco se conseguirá mejorar también el problema de impotencia.
A nivel hormonal los hombres también manifiestan cambios con el paso de la edad, viendo como sus niveles de testosterona disminuyen lo que puede traer consigo pérdida del deseo sexual y dificultad para mantener la erección. Si el urólogo llega a esta conclusión entonces se puede dar inicio a un tratamiento médico para sustituir esta hormona así como diversos cambios en la alimentación y rutina para incrementar sus niveles. Practicar ejercicio, llevar una dieta saludable e ingerir cierto tipo de alimentos podría ayudar a incrementarla, por eso en nuestro artículo cómo subir los niveles de testosterona te damos algunas claves que ayudarán a conseguirlo.
Al momento de tratar la impotencia tampoco se deben olvidar que la misma puede tener posibles causas psicológicas asociadas principalmente con la ansiedad. Este tipo de condición suele verse sobre todo en hombres jóvenes, aunque también puede presentarse a partir de los 50 años. Las causas psicológicas que normalmente dificultan la erección son:
- Ansiedad o miedo a no rendir durante el acto sexual
- Depresión
- Problemas de pareja
- Inseguridad o problemas de autoestima
En estos casos es conveniente determinar qué causa exactamente el problema y atacarlo directamente. Si padeces de depresión visita a un psicólogo, en el caso de que sufras problemas de pareja es importante encarar la situación e intentar solventarla o acudir a un terapeuta de pareja para canalizar el asunto con ayuda profesional. Quienes sufren de ansiedad, inseguridad y problemas de autoestima deberán concentrarse en resolverlos para mejorar la vida íntima.
En nuestros artículos cómo curar la ansiedad sin pastillas y cómo mejorar mi autoestima te damos claves para ayudarte a alcanzar el éxito.
Otras posibles causas de la disfunción eréctil son:
- Problemas neurológicos
- La ingesta de ciertos medicamentos
- Consumo excesivo de alcohol o drogas
Para tratar la impotencia resulta imprescindible visitar a un urólogo y determinar la causa de esta condición con el fin de dar con el tratamiento más adecuado. No se recomienda medicarse o consumir pastillas para la erección sin previa consulta médica. El médico revisará con detalle la historia clínica, realizará diversos exámenes para evaluar el estado general de salud y finalmente dará al paciente sus conclusiones junto con el mejor tratamiento.
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