Qué es el Spanking y cómo practicarlo

Qué es el Spanking y cómo practicarlo

¿Alguna vez le has dado una buena nalgada a tu pareja? o ¿has sido tu quien placenteramente la recibe?, pues ese arte de dar o recibir pequeños azotes es lo que en el mundo del BDSM se conoce como Spanking.

Es más común y habitual de lo que piensas y puede resultar muy divertido para complacer la fantasía sexual del dominador/dominado. En este artículo de unCOMO te explicamos con detalle qué es el Spanking y cómo practicarlo. ¡Sigue leyendo!

Qué es el Spanking

El Spanking resulta una práctica sexual que consiste en dar o recibir nalgadas o pequeños azotes, siendo conscientes ambas partes. El Spanking es común en determinadas fantasías en las que se asumen roles sexuales, por ejemplo el profesor y la alumna, la niña mala y su castigador, el rol del que domina y el que recibe la dominación.

Es importante recalcar que en el Spanking se propicia o se recibe nalgadas bajo un contexto sexual consensuado por las dos partes. Si deseas implementar esta práctica sexual junto a tu pareja, debes saber que puede generar un sin fin de emociones como dolor, placer, adrenalina, etc.

Cómo practicar el spanking

Hay muchas formas de practicar el Spanking, todo dependerá de si eres fanático del BDSM. Si os gusta, entonces está claro que azotaros os resultará delicioso y que posiblemente lo incluyáis en un extenso jugueteo previo que acabará por complaceros en gran medida. A continuación, presentamos distintas maneras de practicar el Spanking:

Bajo acuerdo común

Recuerda que como cualquier otra práctica sexual, ambos deben estar de acuerdo y dispuestos a vivir la experiencia. Por eso pregúntale a tu pareja, y si ambos estáis de acuerdo, preparar una fantasía sexual en la que sepáis que el castigo con azotes es un buen elemento.

De esta manera, esta práctica sexual la disfrutareis experimentando nuevas formas de placer sabiendo que ambas partes habéis acordado practicar el Spanking.

Establecer límites

Antes de practicar el Spanking hay que aclarar cuáles deben ser los límites, ya que no a todo el mundo le gusta disfrutar de los azotes en la práctica sexual de la misma manera.

Algunos prefieren que el azote o la nalgada sea más o menos intensa. Es por eso que es recomendable consultar a tu pareja cómo le gustaría que fuese. De esta manera disfrutareis ambas partes de los azotes.

Prestar atención a la pareja

El Spanking es una práctica sexual muy sensible, puesto que implica azotar a la otra persona. Un mal golpe, podría causar un dolor muy grande e innecesario.

De esta manera, se debe practicar con el máximo cariño y respeto hacia la otra persona. Si queréis, podéis incorporar palabras de seguridad, que podáis identificar rápidamente para saber cómo os sentís al respecto.

Posturas sexuales

El Spanking tiene la ventaja de ser una práctica sexual muy versátil, ya que no se limita a una única posición. Se pueden asumir distintas posiciones sexuales como el perrito, que ya de por si implican un gesto de dominación placentera. Además, el Spanking puede perfectamente ser parte de los juegos sexuales previos y alternarse con estimulación oral o anal.

Evitar azotes violentos

Nadie dijo que el spanking consiste en hacerle daño a tu pareja. La intensidad de las nalgadas dependerá del nivel del juego, de lo excitados que estéis y del tipo de castigo que merezca el dominado o dominada. Puede ir desde algo muy suave y sutil, hasta azotes un poco más intensos. Siempre y cuando ambos experimenten el placer, esta práctica resultará divertida y deliciosa.

Se pueden utilizar accesorios

Para azotar se puede utilizar desde simplemente tu mano, hasta otro tipo de accesorios como reglas, correas, floggers, látigos...todo dependerá del nivel de las preferencias sexuales de ambos y del tipo de fantasía que estéis buscando complacer.

Si deseáis practicar el Spanking como unos auténticos profesionales, no dudes en visitar una tienda erótica (online o física) y ver todos los accesorios que ofrecen para este arte.

Ambiente agradable

Acondicionar un ambiente agradable siempre ayuda a que el Spanking resulte una práctica sexual satisfactoria. De esta manera, puedes incorporar música, una luz tenue o velas para darle un ambiente erótico y romántico que os estimule a llevaros al máximo placer.

Intercalar caricias

El Spanking puede intercalarse con azotes y caricias, de esta manera ayudará a calmar el dolor. Además, las caricias y otras muestras de amor y cariño, ayudan a liberar adrenalina y aumentan el placer.

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Consejos
  • Deja a un lado los tabúes sexuales y anímate a vivir nuevas experiencias en la intimidad.
  • Recuerda que la intensidad de las nalgadas irá marcada ambas partes.
  • Disfruta de tu sexualidad libremente y atrévete a experimentar con tu pareja nuevas formas de placer.